jueves, 11 de febrero de 2010

El alumno Futuro Diseñador Industrial

La adversidad tiene el don de despertar talentos que en la prosperidad hubiesen permanecido durmiendo… (Horacio quinto).

En esta instancia final, de demostración, más que de formación, de simulación del ejercicio del rol profesional, se trata, pues de evaluación y verificación sobre la toma de decisiones sobre una problemática real, de demostrar la capacidad de plantear, definir y proyectar productos o sistemas de productos que tengan una interacción directa con el usuario (pudiendo ser bienes de consumo de capital o de uso público); que se brinden como servicio; que se encuentren estandarizados, normalizados y seriados en su producción y que traten de ser innovadores o creativos dentro del terreno tecnológico (en cuanto a funcionamiento, técnica de realización y manejo de recursos, con la pretensión de incrementar su valor de uso). Estos productos y sistemas de productos deben ser concebidos a través de un proceso metodológico interdisciplinario y un modo de producción de acuerdo con la complejidad estructural y funcional que los distingue y los convierte en unidades coherentes.
El alumno, diseñador industrial debe demostrar la capacidad de tomar decisiones en equilibrio, racionales y coherentes para el planteo de solución que no ponga en riesgo de desequilibrio algún aspecto que tenga que ver con los muchos aspectos intervinientes en el sistema proyecto y su propuesta sistema producto. Un acto fuertemente responsable donde se demostrarán los beneficios y se evaluarán los perjuicios y efectos colaterales en el presente y en el futuro, entendiendo como futuro al ciclo de vida del producto y al planteo de su tratamiento de desaparición como entidad funcional y al reciclado como entidad material regido por las normativas vigentes.
.
(Texto extraído de la propuesta pedagojica realizada por el D.I. Ivan Flucia)

No hay comentarios:

Publicar un comentario